El Rincón de Darwin

El Rincón de Darwin...Tengo que postarla porque seguro que sirve para Pensando XXI. Sirve por absolutamente todo, nada se pierde de esa película. Cada segundo de silencio dice todo, las expresiónes hablan, los gestos hablan. Un deleite poder volver a apreciar la película de acción interna, de esas que nos van enganchando por lo que no se dice, por lo que no se hace.




Darwin estuvo en el Uruguay en el año de 1833 y descubrió fósiles semejantes a los supuestos primeros anciestros del hombre, situados en Sudáfrica. Al separarse la tierra formando nuevos continentes, las especies se desarrollaron de manera diferente y a Darwin eso lo tenía fascinado.



Y entonces ves a tres hombres de tres generaciónes diferentes que van hacia un mismo destino, cada cual con su história, cada cual con su presente, cada cual con sus llantos atragantados. Qué es la evolución? En qué resulta evolucionar, o cuál es el camino de la humanidad hacia esa tal... Evolución?

El joven se decepciona con su ex novia, y su aparato móvil último modelo ya más bien que le estorba trayéndole las últimas novedades que él NO quiere saber. La camioneta vieja aguanta llegar a su destino, pero a duras penas. El anciano se depara con el cuerpo en estado vegetativo de un querido amigo que hacia mucho no veía.

Me gustan las películas uruguayas porque en ellas me puedo reconocer y comprender a mi gente. A lo mejor por ser fruto de un exilio, fué difícil llegar a concebir lo cuán diferentes eran mis progenitores de todo mi entorno y lo mucho que yo tuve que esforzarme para NO ser igual a ellos. Aunque se trataran de países fronterizos, el abismo entre las culturas cruzaba rios y mares. Si aun hoy pasa, con toda esa parafernalla tecnológica que acerca y globaliza esferas, imaginaros hace unos... 30 años. Os parece poco? Podría parecerme a mi, si no fueran por los cambios asombrosos por los que hemos pasado éstas generaciónes que nacimos en siglos y milenios pasados y aun seguimos vivos.... HACIENDO MUNDO!



Bueno decía que me identifico con las pelis uruguayas, son super interiorizadas, no abunda la apelación sexual, para nada, importa más bien ese revuelto de emociones sin decir que llevamos dentro, esa cosa atragantada, ese miedo al cambio, o más bien ese cómodo dejarse llevar.

No entendía qué era ese dejarse llevar que toda la vida presencié en el hogar de esos que me dieron el derecho u obligación a la vida, ese ir estando, ahogado y hondo, de cambios superficiales, nunca llegando a lo más hondo, con tal de no molestarse. En un país donde la mayor parte de la gente cambiaba de coche como se cambia la ropa, yo no podia entender ese dejarse estar lleno de problemas. A la vez, un ímpetu revolucionario que mueve masas nos llevó para más allá.... Contradicciones de una evolución que retrocede.

Sí retrocede, porque es capaz de cambiar la historia pero permite que en las constelaciones familiares todo se vuelva a dar, los mismos errores, los mismos dolores, las mismas risas. Diria Euripides, la maldición que atraviesa generaciónes.

El Rincón de Darwin. Hermosa y sutil película que nos hace plantear el tipo de evolución a que nos hemos sometido, si es que la hay. En la coincidencia de las horas, en cada gestual existe un mensaje, algo que quiere decir más de lo que se ve.

Ha logrado traerme de regreso a mi bisabuelo en el grito del bicho feo... bicho feo... El olor a eucalipto que hay en los pueblos, el aire fresco... Oir al inglés Darwin refiriendose a la destreza del gaucho. En fin, eso que tuvieron nuestros anciestros que venian a la aventura, cientícificos, artistas, negociantes, soñadores.... Pensar que hace dos siglos sólo se cruzaba el charco en barco y que las cartas tardaban meses en llegar... 

Qué emoción recibir cartas en el exilio! La emoción de recibir cartas, la fantasía de un país extrnajeros, cuando no nos inundabamos entre imágenes e informaciónes virtuales del recién ahora....Eso se daba hace menos que un siglo, impresionante.

Al final, la camioneta vieja retrocede con la grúa el camino de regreso y cada uno sigue su destino. El que ya no reía, se atreve entonces trás esa jornada, a esbozar una leve sonrisa, ya que el secreto está en saber adaptarse.



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